miércoles, 16 de abril de 2014

Blanco e impoluto... ¡Pues toma terronazo!

Ayer se presentaba ante los medios la enésima obra de restauración llevada a cabo en el monumento a Chapí. Todo OK, muy bien, mu bonico, todo blanco, limpico, los escudos en su sitio... Pero... ¿Y esas manchas de tierra? Les han faltado tiempo para denunciarlo en Villena Cuéntame. Parece que de momento, el inmortal compositor deberá soportar las clásicas chiquilladas que acosan al conjunto prácticamente desde su inauguración.


Por eso, en nuestra humilde imaginación, las esculturas de bronce bien podrían cobrar vida en las solitarias noches de niebla, al más puro estilo de venganza en el Don Juan, para perseguir y asustar a cuantos críos se hayan atervido a subirse al monumento a hacer la gracia, a pisar el césped, saltar la vallica, arancar las piedras o jonguear con el agua. 

¡Huíd niños, es la Venganza de Chapí!

Ya, ya... Reíros... Pero quien esté libre de pecado, que tire el primer lebaco, porque... ¿Quién no se ha subido alguna vez a esos escalones? Todo villenero que se precie no ha tenido infancia si nunca se ha atrevido, desafiando al orden y la educación con respecto a los bienes municipales, a saltar ese mini-foso que separaba la decencia de la bravuconería. 

Esa valla tentadora...

El caso tiene solución fácil y obvia: Volver a vallar al compositor y su peña. Aunque seguro que volverían las generaciones de infantes a saltarla pa hacer la gracia. Mientras tanto nosotros pedimos un poquico de respeto al patrimonio local, porque no sé a ustedes... Pero a mí no me haría gracia el verme perseguido, en mitad de la noche, por los terribles pasos de bronce de La Bruja...

Ya sabéis niños...
No putead al Ilustre.


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