viernes, 29 de marzo de 2013

Acho, m´aburro... ¿Echamos una partidica?

Y es que ser el vigilante de guardia de turno es un tostón... todo el día y la noche vigilando y vigilando. Es normal que la gente se aburra y le dé por entretenerse un ratico. Ya sea un segurata de hoy en día o un soldadico almohade del siglo X.


Claro, que los vigías almohades, de alrededor del año 1000, tenían sus motivos para vigilar en plena reconquista y época de conflicto entre los reinos de la península. Normal que los moricos instalaran un castillico muy bien apañao en lo alto de la cresta de la Sierra de la Villa. ¡Qué bonico! Con vistas a los valles de Biar, Benejama, Yecla y las llanuras y montes Villeneros y Sajeños. Un lujazo que seguramente inflaría bastante el precio del alquiler.


Pero como no todos los días había enemigo a la vista, conquista o reconquista, al final los almohades de turno en la torre del castillico de Salvatierra deberían tener mucho tiempo para pensar, entre bostezo y bostezo de monótono hastío:

- "Dos meses y el enemigo sin aparecer, aquí uno se desespera".

- "No sé cómo hemos acabado aquí, que pagan poco, estamos mu solicos y el viento sopla que da gusto".

- "Me aburoooooooo..."

- "Nene, pos ponte a jugar al angribirds ese del móvil".

- "Te recuerdo, lumbreras, que estamos en el año 1000".

- "¡Noun! Es verdad.... y no es muy porpio de honrados almohades el darse a los anacronismos".

- "¿Entonces.. qué tenemos?"

- "¿Ajedrez?"

- "No, hasta dentro de un par de siglos no estarán las reglas formalizadas... si aún no tenemos ni Dama ni Reina ni leches... y a mi me gusta mucho las aperturas con gambito de Dama".

- "Quisquilloso... A ver... Si tan almohades somos... ¿Que tal la MANCALA?"

- "¿Te refieres a ese juego originario del África que se juega con piedras o legumbres sobre un tablero con agujericos?"

- "Eso, eso. ¿No crees que es lo más apropiado para nuetra época y cultura?"

- "Mu bien, pero no tenemos el tablero".

- "Que tal si horadamos los agujericos en este banquico tan almohade de aquí".

Y así, amigos míos, los del castillico de Salvatierra pasaron los días y las noches bien entretenidos, apostándose sus dinares y sueldos y desentendiéndose de su labor vigilante... Tanto es así que se tuvo que construir otro castillo, una versión 2.0 mejorada, abajo sobre el cerro de San Cristóbal. Y así tenemos el precioso e imponente castillo de la Atalaya... resultado de los escaqueos laborales del "funcionariado" de la época.

-"Total... Qué quieres que te diga... Para que se lo queden los Cristianos..."
- "Ya ves... ¿Otra partidica o echamos un Truque*?"

Vale esto no es exactamente así... pero por ponerse a imaginar, que no quede. Eso sí, si nos piden pruebas (para nuestra absurda teoría) nos basta con recomendarles una visitica a las ruinas del castillo de Salvatierra y  que echen un vistazo... a ver que se encuentran.

Pruebas no nos faltan (parte inferior derecha de la fotico, en lo blanco).

*Por ciero, según la leyenda, en lo del Truque también tienen su culpa los moricos.
  Pero eso nos lo reservamos para otra ocasión. Je, je... qué malos somos.

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