Estas tu tan tranquilo en tu casica, a lo tuyo, con sus cosicas, cuando de repente empiezan a temblar cuberterías y a oscilar lámparas y cortinas. Seguro que recuerdas más de un terremoto de esos que se notan bastante, de los que asustan a la abuela y decoran con más grietas y fracturas las paredes de las casas viejunas.
Claro... Si has vivido toda tu vida en esta noble ciudá es imposible no haber sentido ninguno. La razón no puede ser más lógica: Villena, nuestra querida partia chica, esa pequeña urbe, está asentada sobre uno de los focos sísmicos de mayor importancia de la provincia.
Bueno, vamos al grano... Teniendo datos detallados de la actividad sísmica comarcal de un periodo aproximado desde 1918 hasta 1940, y apuntando los terremotos más guapos y bonicos, los que se notan, podemos aproximar alguna cifra. Continuamente se dan micro-seísmos imperceptibles por lo que para esto tendremos en cuenta los terremotos de grado IV o superior en la escala de Mercalli (un grado IV se clasifica en la escala como "moderado"). Para que os hagáis una idea de la actividad del suelo que pisamos basta indicar que en nuestro particular cálculo entran hasta terremotos de grado VIII ("destructivo", según la escala), con alguno originado cerca de Salinas por aquellos años que llegó a derribar paredes y chimeneas.
Pues bien, con esos terremotos, de esas magnitudes, comprobando su frecuencia y extrapolando obtenemos un valor aproximado de que, en la zona de Villena, tenemos un terremoto notable cada tres años, mes arriba, mes abajo (cada 2,77777... años, para ser más exactos).
Claro, esto no es muy fiable a las escalas con las que nos hemos peleado, nada que ver con los tiempos geológicos de miles de millones de años, pero aún así... qué... ¿Para cuándo el próximo terremoto?.
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