El villenero andarín que le dé por trotar por el orbe, bien podría sorprenderse al tropezar, en un viaje al extranjero, con una "Plaza de Villena". Existe y está en pleno centro de Palermo.
Es más, está situada en el cruce de los dos principales ejes de la ciudad. Los italianos la llaman por eso Quattro Canti, pese a ser una plaza de planta más bien ortogonal. Vale, hasta ahí todo bien, pero... ¿Qué pijorra hace uno de los principales enclaves sicilianos con el nombre de nuestra humilde ciudad?. Pues resulta que los dos primeros "canti" o esquinas de las quattro, allá por 1609, llevaban el escudo de su promotor, el Virrey de la entonces española Sicilia, nada más y nada menos que uno de los tropecientos descendientes que se autoproclamaban con los títulos de los Pacheco, nuestros depuestos marqueses.
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| Un canti, de los cuatro canti de "Vigliena". |
El Virrey en cuestión era Don Juan Fernández Pacheco de Villena y Ascalón, duque de Escalona (por si le sabía a poco el truco de incorporar Villena a su apellido, seguían siendo duques de Escalona, los muy listos). Oficialmente el lugar se denomina Piazza Vigliena, en honor al dicho Virrey, por lo que si pasáis por allí ya sabéis como se dice vuestro pueblo en italiano. Podréis soltar aquello de "Io sono di Vigliena... Acho".
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