lunes, 29 de junio de 2020

Villeneros del siglo XIV: "Frente a la pandemia, confinamiento."

Ya en el siglo XIV, el secretario, notario, predicador y poeta andalusí Abu Abdallah Muhammad Ibn Mushtamal advertía que, frente a las terribles pandemias de peste de 1348 y 1349, lo del confinamiento era un asunto esencial.

-"¿Maestro y lo de las mascarillas...?"
-"¡Calla, que esto sigue siendo el siglo XIV!"

Así lo concluía en su obra, en cinco capítulos, titulada "Islah al-niya fi l-masla al-tauniya" (Reforma de la intención, acerca del curso de la peste). Allí hablaba de esta epidemia, tocando mucho el tema legal.


¿Vale, pero qué pinta esto aquí, en el Orejón y ahora, con lo del virus? Pues se trata ahora por haberse descubierto hace nada en El Cairo esta obra perdida... Y se trata aquí por que este señor pensante era conocido como al-Bilyānī, "el villenero".

Detallico del manuscrito encontrado.
De momento no hemos encontrado ningún "acho" en el texto.

Resulta que su abuelo, Yaafar, estaba ni más campante por las villeneras calles del Rabal, cuando, así de repente, te tratan de invadir los cristianos. A la primera la cagan, a la segunda también, pero llega un año en el que se cansan y a la tercera siempre va la vencida. Así que Yaafar tiene que salir pitando con su chiquillo hasta Almería, desde donde lo manda a la Granada de los nazaríes a estudiar. El nene, mu listo, tiene a su vez a este Abu Abdallah y a la toda la saga familiar se los conoce como "los villeneros", por razones obvias. 

Esos nazaríes... con la "mascarilla" colgando del cuello.

Ojo, no confundir con Abū l-Hasan Rāshid ibn Sulaymān al-Bilyānī, otro poeta y secretario conocido como "el villenero". Pero este era secretario de Ibn Tahir en la Murcia del siglo XI. Se ve que a los villeneros les iba mucho esto de meterse al funcionariado a escribir versos sueltos durante el almuerzo.

Mira, a lo mejor de aquí sacamos un poemario.

Resumiento, que te lo dice hoy Fernando Simón y te lo decía en la edad media este al-Bilyānī. Que a lo mejor hay que contenerse más de la cuenta las ganas de salir de juerga. Que aún no hay vacuna, bonicos.


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