domingo, 21 de junio de 2020

Pues sí que han habido precedentes

Al final, gracias a nuestro doctor en Fiestas de referencia (José Fernando, santo patrón de las ciencias festeras), ya sabemos que a lo mejor esto de haber suspendido las Fiestas de este año y aplazarlas para el siguiente no es tan raro ni excepcional. Vamos, que en el fondo no es pa tanto y no es necesario tirarse de los pelos.

" ¿Que no es pa tanto...? ¡Pero cómo os atrevéis a decir eso!"

Resulta que, aparte de los años de la Guerra Civil (por obvias razones) sí que hubo aplazamientos, por casi que los mismos motivos. Tanto en 1854, como en 1885, se tuvo que hacer también de tripas corazón y dejar el asunto para otro Día 4. En ambas ocasiones se tuvo que posponer el jolgorio debido a las terribles epidemias de cólera de ambos años.

Moros Nuevos en 1884, sin vérselas venir lo del año siguiente.

En realidad, las Fiestas de 1854 no sabemos muy bien se celebraron o no ese año, porque pocos documentos han llegado hasta hoy, pero lo que sí tenemos es información del acta plenaria del Ayuntamiento de la época, acerca de qué narices hacer con las Fiestas ante la epidemia.


Más o menos como la Junta del pasado día 17, pero apurando aún más, pues ese pleno es del mismo Día 4 de aquel año. Vamos, que incluso este año, por muy fanáticos festeros que seamos en este pueblo, hemos sido aún más sensatos que hace más de siglo y medio. 

Menos mal (qué menos, ¿no?).

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