Ya que llevamos un tiempecico bueno, ahí en casa, bien concienciaos, nos parece que hay tiempo de sobra pa esto. Porque os proponemos, como enésima forma de pasar el rato, el decorar las paredes de vuestro hogar.
Y es que a lo mejor llega el momento en que tengamos que ir tirando con lo que tengamos. Que hasta se nos corte el suministro eléctrico y tengamos que iluminarnos con antorchas. Y que el hollín vaya haciendo sus capicas sobre la pared. Y que llegue el momento de sentirse como aquellos presos del castillo. Y que nos pongamos a esgrafiar imágenes de barquicos y palacetes venecianos.
Se nos está yendo bastante la olla. ¿No?
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