En un finde de Carnaval donde todo son los típicos disfraces compraos en el chino de la esquina, hemos tenido la celebración de otro aniversario del nombramiento como ciudad de Villena. Allí se observó un rollico mu distinto. Escenas muy a tono que encajarían perfectamente en aquellos años de hace casi cinco siglos, que hoy querían rememorar los del Salicornio.
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| Da para cuadro. ¿Eh o no eh? |
Aquí vemos a un grupo de recreacionistas, muy auténticos ellos, coherentes hasta con el entorno arquitectónico, chucho incluido. Pero es en ese ambiente precisamente cuando de golpe, entre montantes, banderas, cascos y gorgueras, vas y te cruzas con una trata de 492 cumpleaños con chuches del castañero.
Y en ese momento la tarta nos devuelve a golpe de bofetada al siglo XXI. Esos viajes temporales tan gordos y súbitos bien nos valdrían el echarnos unas biodraminas pa'l mareo.
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