Con mascarilla y de cuatro en cuatro

Muy oportunamente justo pasadas las No-Fiestas de Villena, salen las medidas que permitirían poder celebrarlas, o mejor dicho, hacer un simulacro de su celebración.

Porque las principales medidas a destacar son la obligatoriedad de mascarilla (comprensible), mantener distancias kilométricas y el ir desfilando de cuatro en cuatro, justo como se desfilaba en Villena hace dos siglos. Tampoco hace falta profundizar mucho más para darse cuenta que, aunque hubieran salido antes de Fiestas, no las hubiéramos podido celebrar ni de casualidad. De hecho la única comparsa a la que le hubiera venido bien estas normas es la desaparecida comparsa de Romanos, en su época en la que podías juntar a toda la comparsa en una mesa camilla.

No, no creemos que hayamos sido tan crueles.
¡Que la comparsa se disolvió hace muchísimo, pijorra!

En Villena somos un huevo, desfilamos en bloque por no tener desfiles que duren más que la versión extendida del Señor de los Anillos (repetida varias veces en bucle) y si encima añadimos que los músicos tienen que ir separaícos al menos 2 metros unos de otros, pues con la cantidad de bandas que se concentran aquí imagínate cuando acabaría una Cabalgata. Nosotros hemos calculado que si hubieran empezado con la Entrada a las cuatro de la tarde del Día 5, los últimos cristianos del desfile del Día 9 a lo mejor seguirían pasando por la Corredera a mediados de diciembre.

Aproximación de la extensión total absoluta de
 una Entrada post-Covid. El Tito va delante, por supuesto.

Si las hacemos es para hacerlas bien y teniendo una consellera de Sanidad sajeña, bien conocedora de cómo nos las gastamos por el Vinalopó en temas festeros, es comprensible que hayan salido ahora, entre otras cosas para que no nos escociera todavía más el asunto.

Piensa en un bloque típico... Pero de cuatro en cuatro...
Nosotros también nos hemos asustado.

El caso es que, habiendo desfilado un único festero en todas las Fiestas, hemos cumplido sobradamente con las medidas de seguridad, con responsabilidad y buen saber hacer. Enhorabuena, villeneros. Lo hemos vuelto a hacer.

Ya estaremos pendientes de ver si, con suerte, a medida que vaya avanzando el año se siga aumentando el número de festeros por fila y acortándose las distancias. Unas fiestas con mascarilla son posibles. Unas fiestas anti-esencia super masiva villenera, pues no tanto.

Todo se andará.