Si usted, villenero de pro, dirige sus nobles pasos loma abajo, seguramente, esté donde esté en el núcleo urbano, acabará dándose de bruces con una muralla, la gran muralla de nuestra ciudad. Quien suscribe no se refiere al cerco medieval, ese que acaba aflorando con nuevos tramos cada vez que hay obra en torno al casco antiguo. Hablamos, hijo de La Muy Noble, de las vías del tren... del chucuchú.
Pues bien, si habiendo llegado a este punto, y sin pasar de él (no es plan que alguien muera atropellado por gracia de esta entrada), proceda usted a dirigirse rodundantemente en dirección dirigente a Caudete. Tras un periodo de tiempo indefinido habrá sobrepasado la zona de institutos, del grec y de la vereda de las fuentes. Si sigue caminando un buen rato hallará usted un pequeño y humilde paso a nivel sin barrera. Échele un vistazo a la escena y examine la zona:
Si no ha notado usted nada raro piense en la pregunta "¿Cuánto son 100 metros?" y vuelva a repetir el examen del lugar. Insista en ello cuantas veces necesite hasta que se de cuenta del asunto en cuestión. Y no pienso decir nada más:
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