Todas las fiestas tienen sus particularidades y tal y bla, bla, bla... Pero si hay un pueblo que hace honor de llamar fiesta (como concepto de fiesta en toda su definición, mu festiva ella) a sus fiestas es uno que se extiende bajo las lomas de la Sierra de la Villa. ¿Típico tonto egocentrismo local, decís? Pues comprobadlo si no por el método de la comparación en el desfile de ayer de diversas ciudades de la Costa Blanca en el corazón de la capital del país:
(Ojo, representación villenera a partir del minuto 46:27)
Vale que partimos con ventaja al llevar dos de nuestros mejores cabos, pero creemos por aquí que hasta con nuestros peores cabos (es decir, los algo menos elegantes o chulos) hubiéramos dejado el listón muy alto. Claro, eso si nos ponemos a comparar con el resto.
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| ¿Qué mejor para el aniversario del oso y el madroño? |
Pero también cuenta nuestra forma de entender la fiesta. Fiesta por la fiesta sin ostentación ni pretensiones. Por eso los villenericos que lo hemos visto en directo nos ha encantado que hasta los piraticas se hayan marcao un desfile con su estilo. Es decir, a su "puta bola". Con perdón.
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| No nos hacen falta ni escuadras especiales: Tenemos a las cristianas y bereberes. |
Pues eso. Que hemos dejado el listón bien alto en una breve representación donde es imposible condensar toda esa "masividad" de las fiestas villeneras. Pero como muestra, pues les ha quedado de maravilla.
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