En ese pueblo al que el villenero se iba a ponerse fino en las discotecas son ahora fiestas y, como cada año, no son pocos los villeneros que salen en sus desfiles, haciendo un "bis" festero y aportando algo más de peña a sus escuadricas. Porque las cosas como son...
Eso sí son ganas de cabrear. |
Y como cada día 12 de mayo vamos los villenericos a traernos nuestra queridísima efigie de La Mahoma hasta su refugio veraniego de la Casa del Festero. Y son en esos momentos de traspasos cuando surge esa especie de rivalidad insana tras-frontera de "A ver quién te quiere más". Todos hacen lo mismo:
1. Situarse a la espalda de la efigie.
2. Alzar las manicas.
3. Tirar del hilico.
4. Preguntar que si se quiere ir a... [inserte aquí municipio a despreciar (A/B)].
A. Villena (si eres biarut) ó B. Biar (si eres villenero).
5. Echarse unas risas.
Pues eso... mucho pelearse por ver quién siente más cariño o respeto por La Mahoma, mucho darle rollets i fogasses, mucho ansiar su llegada por la Calle Nueva... Pero luego la dejamos medio año en una habitación ella solica, sin más distracción que su espadica y telescopio. Si es que al final vendrán los de Servicios Sociales a quitarnos la custodia compartida a ambas poblaciones. Ya veréis.
Corazón dividido entre Papá y Mamá. Eso explicaría sus traumas y "meneos" raros de brazos. |
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