jueves, 13 de septiembre de 2018

Un gupo de percusión no es una banda sinfónica

Sólo una opinión. Una tontá, pero opinión es.

Vamos a ver. Está bien que el Grupo de Percusión de Dulzainas de los Nazaríes colabore en la ambientación de las Embajadas. Nos mola mucho cuando intervienen o colaboran en actos así, como por ejemplo en las Fiestas del Medievo. Pero una cosa es que nos guste el grupete en sí... Y otra muy distinta es tener que soportar en bucle, una y otra vez, la misma melodía, durante varios minutos.


Las dulzainas o chirimitas pueden estar mu bien cuando son un montón, tocan cosicas breves y ligeras y van bien acompañás. Pero es que, en la pasada Embajada del Día 6, parecía que nos iba a taladrar el coco, con el mismo ritmo y melodía superagudo, repitiéndose sin parar.

Con las jodías gaitas, pasa lo mismo.

La melodía en cuestión está extraída y adaptada del final de Reconquista, una fantasía para banda de Gaspar Ángel Tortosa. Insistimos. Una fantasía para banda... Para banda sinfónica.



No es lo mismo.

Pa la próxima, o bien no habría que prolongarlo tanto, o se agradecería una poquico más de variedad.

Hale. Ya dejamos por hoy de ser unos pesaos. Gracias.

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