Los que asistimos al acto de celebración pendiente del 50 aniversario de la Junta Central pudimos ver unas mini-Fiestas comprimidas en una hora, que hacía notar en un público con dos años de sequía festera, que aplaudía hasta los subidones musicales a forte de las marchas que interpretaba la Municipal. Pero la imagen que podría también resumir la velada sería esta:
En general todos encantaos... Pero esos pedazo de pitidos y acoples del fragmento de la embajada del moro al cristiano, dan para hacernos una revisión de nuestra capacidad auditiva. Se podría decir que han querido ser tan fieles a la experiencia festera normal, que comprimieron todos los decibelios y la potencia sonora de todos los arcabuzazos que se dan esos días en un solo pitidico ensordecerdor.
El sistema de audio del Teatro Chapí es la leche. Podría ser usado hasta a nivel armamentístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario