Y luego vendrán los vacilones a decir que cuántos pasajeros tiene esa estación perdida a la que se llega en caminicos de mula y cabra.
Porque sólo nos queda hacer dos cosas... O empezamos a guardar chinicas del asfalto de la autovía y las vamos soltando lentamente para formar el desvío (para ver si así, a lo lento, no se dan cuenta)... O vamos moviendo, ladrillico a ladrillico, listón a listón, la estación entera, acercándola hasta la ciudad.
¿Qué os parece mejor?
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