El Orejón. Colabora

lunes, 7 de marzo de 2022

Unas micro-Fiestas en marzo

Este sábado hemos visto cosas raras. 

Como de costumbre, la foticos
son de Villena Cuéntame.

Hemos vuelto a escuchar a la muni tocando La Entrada, pero en un sitio nada habitual. Hemos vuelto a ver el vallado, los pendones venecianos y las sillicas, pero sin tribunas. Hemos vuelto a ver las cámaras de la tele haciendo lo que pueden, con un tiro diferente. Hemos vuelto a ver al Tito abrir un desfile y no era La Entrada. Hemos vuelto a ver volteretas y corros piratas sin que nigún delegao dijera ni mú. Hemos visto desfilar a los Bandoleros a marcha cristiana, a los Caballeros de la Mano Alada a pasodoble y a los Salvajes muy modesto con el traje de paseo.

El revival de ver viejos trajes de
escuadras especiales también sorprende.
Especialmente al ver cómo el alquiler posterior a otras
poblaciones acaba incluso modificando su diseño original.
Pa gustos, colores.

El caso es que la gente ha vuelto a la calle y, aunque sea con mascarilla, ahí volvía alguna escuadra que otra a desfilar tras tanto tiempo en el dique seco.

Bueno... El bando moro iba con mascarilla.

Tras un parón tan largo parece que este pueblo sigue con su epidemia más propia y endémica: La de la fiestitis villenensis. Bien viva por lo que hemos podido ver. Si hasta nos hemos sorprendido al encontrarnos con esa especie de Sangerbata improvisada que se formó tras el cochecico de la poli que cerraba el desfile.


Ahora solo queda dejarles a otros el debate que se ha formado a raíz del propio desfile: ¿Se debe repetir para próximos ecuadores o se debe quedar como acto excepcional por lo de la pandemia?

Eso ya que lo hablen los que saben.


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