Si ayer recordábamos a Pedro Marco, hoy toca mandar nuestro homenaje al Soli, que era muchas cosas pero de todas esas cosas lo que no era es ser inmortal. Nos deja para la historia sus foticos, sus libros, sus colaboraciones, sus pasión en sus diversas aficiones y su dominio magistral del arte de las cabañuelas. Eso sí que es inmortal, Soli.
Así es como nos gustaría recordarle siempre en El Orejón. |
Como somos así, nos quedamos en especial con su sentido del humor. Que faltaba pueblo pa contener a un solo Soli... Incluso a medio Soli.
Tenemos baja en nuestro Meteosat local más eficaz. |
Otro gran cachico de Villena que se nos va para el recuerdo. A los que nos quedamos aquí solo nos queda el preservarlo.
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