Es curioso el ver como, varios milenios después, la mayoría de las reproducciones para joyería y ornamentación de la Arracada de la Condomina no le llegan ni al talón a la pieza original, tengan el tamaño que tengan.
Ni en la finura, ni en el detalle ni lo bonico del acabado. Como lo hacían estos iberos ya no hemos visto otra igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario