Si echáis un ojico a las últimas publicaciones en VC, podremos apreciar como no solo las especies biológicas están sometidas a un proceso de evolución y selección natural.
El edificio de la mítica tienda decimonona de La Rosa de Oro parece haberse adaptado muy bien a los cambios urbanísticos de su entorno.
Parece tener vida propia. Da hasta yuyu. |
¿Cuál será su siguiente digi-evolución? ¿Nueve alturas más? ¿Le saldrán placas fotovoltaicas? ¿Surgirá un helipuerto en su cima? ¿Engullirá a los edificios adyacentes? ¿Desarrollará patas y saldrá corriendo? Quién sabe.
Por si acaso yo no dejaría solos a los chiquillos cerca. Que a lo mejor le sale un tentáculo y se los merienda.
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