Aprovechad bien esta última jornada, que esto se va acabando. Y parece que no, pero el cuerpo se resiente.
Una penica tener que despedirnos de la horda vikinga y metalera... Aunque, para consuelo de su ausencia, el RaboLagartija está al caer. Por no olvidar que estos no son más que síntomas de la cercanía de esa hora de ese día, en la que suene el bombo y estalle la peña.
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