Obsesión y quesicos

Llamadnos obsesos. Pero es que con tanta presentación ya se va caldeando el ambientico de cara a fiestas y empienza a llegar ese momento del año lo suficientemente alejado del ecuador y tan inminente a los preparativos de agosto como para irse prendiendo, lentamente la temida "fiestitis villenensis". Ya sabéis, esa enfermedad tan nuestra.

Pues eso nos deja tan tonticos, que hemos acabado por ver en apariencia, así de lejos, un grupo de moricos nuevos bien formados en bloque en esta fotografía, que nada tiene que ver.

Sí amigos, tenemos un problema. Un obsesivo problema. Vemos las fiestas hasta donde no las hay.