Otro añico que se nos recrea la Rebelión de las Cinco Campanadas, con sus víctimas de muerte súbita instantánea incluidas. Lo mejor, sin duda, la narración del bueno de Feike:
¡Pero qué actorazos! ¡Qué morirse! ¡Qué irse! ¡Y qué acentazo el del señor Pacheco!
¡Actorazos! |
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