Cuando pasábamos por el bar Alejandro, uno echaba un vistazo al interior y veía las pintas y el ambiente de la parroquia que lo frecuentaba y bueno... Era ese ambiente. Pues resulta que ahí hubo su historia cultural, esa "culturica de le letras" que a la mayoría de los de esta revista nos cuesta algo entender. Pero era cultura, al fin y al cabo.
Hoy ponemos esto, entre tontería y chorradica porque sí, porque está bien montaíco. Y de paso nos la damos de "culturetas".
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