Cómo inventarse polémicas donde no las hay

Anda que menuda semanica llevamos con el tema de La Mahoma. Que si dice la comunidad musulmana villenera de cambiar la denominación, que si no lo ha dicho, que si se sugiere un diálogo, que todo OK, que a lo mejor les ofende un poco, que si no les ofende...

¿Pero alguien le ha preguntado a Ella?

Que si se debía sacar el tema, que si no, que si no había tema, que si eso de cambiar tradiciones, que si respeto, que si no hay problema...

-"Ya, ya, lo de le efigie y tal... ¿Pero se acuerda alguien de nuestra
invitación a lo de  las charlas y la fiesta de ruptura del ayuno?"

Nosotros ya hemos hablado tropecientas veces sobre esta historia en El Orejón (por ejemplo aquí), por lo que esta vez nos gustaría centrarnos en la propia polémica en sí. Basta con repasar los medios locales para ver como la polémica se ha "auto-generado" ella solica, lo que dice mucho de nosotros en el sentido de la diferencia entre cómo creemos que son las cosas y cómo son en realidad.

Porque lo único que se ha dicho es de "abrir un diálogo", pero que por el boca a boca (o boca a oreja, siguiendo las peculiaridades de este blog) se ha tergiversado, confundido y re-interpretado, hasta el punto que, para algunos, lo que pedían era "que ya no se puede llamar La Mahoma a La Mahoma". Cuentos aparte, lo que sí que hemos visto que están más que de sobra son algunos comentarios xenófobos, surgidos a partir de la pseudo-polémica. Por lo visto, paletos hay de sobra en todas partes.

De todas formas ha quedado bien claro que la comunidad islámica de Villena respeta las fiestas, las tradiciones festeras y que hasta invitan a familiares para enseñárselas, además que los festeros respetan cualquier sensibilidad, teniendo a la efigie un respeto y devoción más que manifestado, sin la más mínima intención de ofensa alguna.

Aún con todo, para zanjar el asunto, la verdad es que la denominación de la centenaria figura no depende de nosotros. La Mahoma es de Biar... y ya sabemos cómo se ponen los de Biar cuando se les toca a La Mahoma.

Cenizas del "año del accidente" que casi nos cuesta
 una declaración de guerra por parte del pueblo de Biar.

Pues eso. Si alguien quisiera cambiarle el nombre, que pregunte en Biar. A ver cómo le contestan*.

*El último intento registrado acabó con el ingenuo siendo apaleado por un ejército de Espies bailando su famoso ball.