Antología del Humor Villenero (1): Hermógenes

Para inaugurar nuestra ilustrísima Antología del Humor Villenero queríamos rendir homenaje a una de las figuras más viejunas de la historia conocida de la hilaridad y comicidad villenera. Y bien viejuna, pues es el humorista más antiguo de los que hemos tenido constancia para esta sección de El Orejón.

No, no era "hipster", era de finales del siglo XIX.

Hablamos del ilustrísimo y polifacético Hermógenes Ramón María Esquembre López* (se quedaría bien ancho con tamaño nombre). Hermes (como suponemos que le llamarían los amiguetes) nació en la Villena de 1887, vamos, hace un buen rato y como se ve que en la época o te agitabas culturalmente, o te morías de aburrimiento, se dedicó a todo los que se podía dedicar uno.

Hay cosas que nunca cambian (1930).

Eso sí, tuvo tiempo de escribir en las revistas locales, publicar historietas, artículos, dibujos la mar de artísticos y fotografías, en unos años en los que ver una cámara era raro, raro.

Click, para ver mejor en full HD.

De echo se acabaría trasladando a Elche donde montó su taller de fotografía para las típicas foticos familiares de principio de siglo, esas que dan yuyu y salen todos de negro y muy serios. En la ciudad de las palmeras no paró de moverse y siguió dibujando, pintando y escribiendo en las publicaciones illicitanas. Hoy se puede admirar parte de su trabajo en una exposición del Museo Escolar de Pusol.

Su actividad en lo referente al humor es bastante extensa, haciendo hincapié en lo referido a las fiestas en sus viñetas. Sólo cabe decir que fue él el culpable de la famosa tonadilla sobre la Mahoma, esa que leyeron los chavales villeneros de 1915 en la revista Villena Joven, y que trasmitieron a sus hijos, a sus nietos... y éstos a sus propios nietos. Ríéte tú de lo de los biarenses con su "meja rollets i fogases".

Historieta original de la legendaria tonadilla.

Humor sanote de la época, con muchas referencias al mundo festero de Villena y con viñetas de cierta calidad (estudió Bellas Artes). Su prolífica obra merecería muchas más entradas en este blog, por lo que le dedicaremos más de un post a sus historieras. Un buen ejemplo y comienzo para inaugurar nuestra particular Antología.




*Parece que teníamos mal puesto el nombre, confundiéndolo con el del padre de la criatura. Queríamos ahora echarle la culpa a la fuente, pero con nuestra insana costumbre de no citar, ya ni nos acordamos de dónde lo sacamos. Nos lo merecemos. Por malotes.