A principios de los 90 se llevaron acabo una serie de reformas en el Palacio Municipal. En la fachada que da a la plaza de San Antón, concretamente en una ventanica, fue descubierto un ladrillo antiguo con inscripciones a carboncillo. Mas bien se trataba de una placa. Lo curioso del asunto es que esta placa fue colocada en unas reformas anteriores, las de 1901 (ahí es ná), y más curioso es que dicha placa se colocó sustituyendo a su vez un anterior ladrillo, un ladrillo colocado en 1716, durante las reparaciones de los daños del asedio e incendio de Villena en 1707, llevado a cabo por las tropas austracistas durante la Guerra de Sucesión Española.
El "histórico" ladrillo. |
Por aquel entonces, los soldados austriacos, holandeses, ingleses y portugueses (ya podemos hacer un chiste) causaron graves desperfectos en el Palacio Municipal, que fueron reparados 9 añicos más tarde por el arquitecto Cosme Carreras. Constancia de esto lo vemos en el ladrillo original, también con sus inscripciones a carboncillo.
Con tales antecedentes, a los de la reforma de los 90 no se les ocurre otra cosa que sustituir la placa de 1901 (que a su vez sustituía al ladrillo de 1716), por una placa conmemorativa con inscripción incluida, a la espera de ser cambiada en las próximas reformas.
Cuando ocurra esto, la losa sustituirá a la que sustituía a la sustituta del ladrillo original. Vaya lío.
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