Dejábamos la anterior entrada con una cuestión ¿Qué leches pinta en medio de Segovia nuestros escudos?. Que exista una calle que lleve por nombre Marqués de Villena es normal hasta cierto punto teniendo en cuenta la extensión del Marquesado en su época, pero si analizamos más a fondo la ciudad del acueducto veremos cosicas mucho más que familiares para un villenero.
Este "aspecto familiar" no cuela, ¿no?. |
Hablábamos antes del misterioso monasterio que lucía misteriosos escudos con misteriosa relación con nuestro pueblo. Como ya hemos liao bastante el asunto desvelaremos el misterio de tanto "villenerismo" segoviano.
El caso es que tal monasterio es el último con monjes Jerónimos del país, se trata del monasterio de Santa María del Parral, que fue mandado construir por Juan Pacheco, Marqués de Villena.
Ah, vale, ¿eso era todo? entonces ¿pa qué tanta tontería? Pues si habéis leído bien el título la cosa va de Villena en Segovia... porque la ciudad de Villena está en Segovia.
Antes de que se nos tome por candidatos a residir en Santa Faz, aclaro el misterio pidiendo que nos acerquemos al altar de la iglesia ahí presente.
Resulta que a ambos lados están enterrados nuestros señores marqueses, Juan Pacheco a la izquierda y María de Portocarrero a la derecha. Pero si nos acercamos a ambos sepulcros y miramos bien... ¡oh! ¡Sorpresa!, sobre las estatuas encontramos esculpida nuestra ciudad.
En ellos podemos distinguir las torres de Santiago, Santa María (por aquel entonces casi nueva), el castillo de la Atalaya y la muralla, con sus torres y almenicas.
En el de la Marquesa |
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